domingo, 3 de agosto de 2014

Tejidos fabricados con leche, realidad o ficción ?

Feliz domingo a todos! 

Ya se que la mayoría de vostros estáis de vacaciones y que solo tenéis ganas de sol y playa pero yo , como buena escorpio que soy, voy a la mía así que os he preparado un post que os hará activar las neuronas. 

Todo empezó el lunes, 28 de julio,  con la lectura de un artículo del  New York Times que me dejó alucinada y sin palabras.  Artículo que me creó varias dudas, pero la  esencial  es la siguiente: es posible que con  leche se puedan fabricar tejidos?

No es un secreto que las multinacionales no paran de invertir dinero  para la investigación de nuevos tejidos y materiales, pero fabricar ropa a partir de leche suena extrañísimo.

Según el artículo la respuesta a todas mis dudas la tiene Anke Domaske que es la fundadora de la empresa alemana Qmilk. Empresa que a  partir de leche agria ha creado fibras que ha bautizado con el nombre de Qsilk.



Es la propia fundadora quien explica el procedimiento de creación de dicha fibra, y si os soy sincera, no lo he entendido demasiado bien, así que os transcribo, en inglés, las palabras textuales y así cada uno saca sus propias conclusiones:

                     “You dry it to a protein powder that looks sort of like flour. Then imagine a machine                         that looks like a big noodle machine. Add the flour, add some water again, then you                         have the dough, which then gets forced through holes that are thinner than a strand                       of a hair."


Son varias las cualidades de este nuevo tejido, siempre según lo explicado por la fundadora. La fibra es tan suave como la seda. Se compone de materias primas 100% naturales y renovables. Es antibacterial, regula la temperatura, tiene un brillo excepcional y es resistente al fuego.


Debido a que el proceso de fabricación de dichas fibras se basa esencialmente en  leche y  agua se puede afirmar que son comestibles, pero claro, hablando seriamente,  lo serían   sólo antes de que se convirtieran en prendas de ropa. 

Anke Domaske aparte de hacer la gracia sobre que se podrían comer con fresas,  también ha querido dejar claro que dichas fibras no huelen. Como si esa fuese la gran pregunta que se crea al enterarse uno de todo esto.

Son tantas las preguntas que se me han planteado que me metí en la  web  de Qmilk para entender mejor todo esto y detrás de esta fibra Qsilk   hay un grupo de empresas - Qmilch IP GmbH, Qmilch Holding GmbH y Qmilch Deutschland GmbH - que se dedican a la producción y desarrollo de biopolímeros, a partir de proteínas de la leche y otras materias primas naturales y renovables.

Cuya finalidad es la  fabricación de productos de calidad que se hacen a partir  de  recursos naturales y renovables, ofreciendo  a  los clientes la oportunidad de mejorar su propia sostenibilidad.  y, lo mas importante, quieren  ser el vehículo de  conexión entre la responsabilidad de las personas y el medio ambiente.

Los productos Qmilk aún no están disponibles en el mercado porqué  la empresa esta aumentando su capacidad de producción. 

Parece todo ciencia ficción pero es realidad. Si os ha picado la curiosidad os adjunto los links consultados para la elaboración de este post:

http://en.qmilk.eu/

http://www.nytimes.com/2014/07/29/business/workout-clothes-with-high-tech-twist-sell-briskly.html


Espero haberos provocado ganas de saber mas sobre todo esto.



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