domingo, 31 de agosto de 2014

Strand Hotel Guaruja

Justamente hoy hace una semana que mis pies pisaron por primera vez la playa de Tombo y tuvimos la suerte de hospedarnos en un fantástico hotel llamado Strand Hotel que os lo recomiendo a todos.


Pero antes os cuento como fue el viaje. Como ya sabéis vivo en Campinas que es una ciudad de interior y tardamos casi 4 horas para llegar a Guarujá que es el lugar de playa mas cercana de aquí.




Guarujá es un municipio brasileñdel estado de São Paulo. Es la tercera mayor isla  del litoral del citado estado  y se lo considera un balneario, al cumplir determinados requisitos definidos por ley estatal, tal estatus le garantiza un presupuesto adicional del Estado para promover el turismo regional y, además, el derecho a usar oficialmente el título de "estância balneária".
A finales del siglo XIX, con el surgimiento del turismo, el comienzo del desarrollo de la economía paulista y la existencia de un acceso ferroviario entre el litoral y la explanada paulista, apareció el interés por Guarujá que en esa época se llamaba isla de Santo Amaro. Un grupo de empresarios, inclusive algunos ligados al sector ferroviario, confiaron en el potencial turístico y fundaron la Estância do Guarujá. Se propusieron invertir en la playa de Pitangueiras, para convertirla en un polo de atracción turístico. Y para ello  Elias Fausto presentó a la Companhia Balneária da Ilha de Santo Amaro, fundada en 1892 , un plan para la urbanización y construcción de un hotel, un casino y otras atracciones.
Con la inauguración del servicio de "Ferry Boat"  desde Santos, los turistas comenzaron a llegar a Guarujá en sus propios automóviles y el servicio de tranvías fue suspendido en 1956 . En 1947  Guarujá se convirtió en municipio de pleno derecho.
Después de esta breve introducciòn histórica os cuento mis 48 horas en este fantástico lugar.
El Stand Hotel se encuentra a pie de playa (perfecto viajando con mi peke) y tenía una estupenda piscina que siempre estaba vacía!!!










Lo único negativo del hotel fueron los recepcionistas, han sido los recepcionistas mas antipáticos que me he encontrado en toda mi vida! y eso que desde que estoy aquí siempre me ha sorprendido la amabilidad de todo el mundo.
El hotel también tenía una zona infantil, con una piscina de pelotas donde mi peke se lo pasò pipa.
Las vistas desde el comedor del hotel eran increibles.




Y la playa de Tombo es increíble, el domingo había bastante gente pero el lunes estábamos casi solos, sólo habían surfistas.









Una cosa curiosa de  Brasil es que no se pagan para las sombrillas y no hay tumbonas hay sillas y los propios chiringuitos de la playa te los dejan a cambio de que consumas , y claro con las altas temperaturas aunque estemos en invierno es algo normal lo de consumir, y los precios no son altísimos como ocurre en España. 

Si tenéis que venir a Brasil os recomiendo que os escapéis a Guarujá

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